Hooola muchachos!!!
Pasado un mes, ha finalizado el mundial con el penal anotado por Fabio Grosso, dándole la victoria y la gloria al conjunto azurro. Definitivamente vimos buenos partidos y otros tantos que son para el olvido. Aunque, a mi parecer, no hubo ese partido en el que los dos equipos atacaran y dieran espectáculo; no quiero decir que no hubiera buenos partidos sino que sólo fueron chispazos de lo que pudieron haber sido.
A la final llegaron dos equipos europeos y los más europeos en cuanto al estilo de juego: poco ataque, buena defensa y en cuanto meten un gol lo defienden como perro (así como López Portillo al peso mexicano, jaja). Personalmente quería que ganara Francia para darle el último triunfo a un excelente jugador, cuyo nombre todo mundo conoce: Zinedine Zidane (o Zizou pa' los cuates), no por otra cosa.
Italia ganó porque a lo largo de todos sus partidos supo controlar el juego (a su estilo) y sobretodo controló situaciones difíciles (tiempos extras y penales) con cierta calma y serenidad. No cualquier jugador se atreve a tirar un penal, mismo que definirá el campeonato, en un escenario mundial. No sé si podemos hablar de méritos porque el futbol no se gana por méritos -como lo mencioné en una columna anterior- pero sinceramente, no creo que Italia se lo mereciera. Sólo me queda decirle a los franceses: Así es la vida y el futbol!
Por otra parte, me ha quedado muy claro que yo y las predicciones no nos llevamos bien; ninguno de mis favoritos figuraron en las semifinales, lo cual es una pena (jaja lo bueno es que no aposté nada).
El mundial ahora sólo quedará en nuestra memoria y tendremos que esperar 4 años para que regrese este magno evento, que será en tierras sudafricanas. Con esto, doy por terminada mi columna futbolera, ojalá y les haya gustado.
Se despide de ustedes,
MJ futbolera
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